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23 de Diciembre, 2011
La investigadora del IMSS en Jalisco, Adriana Aguilar Lemarroy, dijo que sobrepeso y obesidad, entre otros, son consecuencia de malos hábitos en la alimentación que repercuten en el adecuado desarrollo físico de niños y adolescentes.
Guadalajara.- La investigadora del IMSS en Jalisco, Adriana Aguilar Lemarroy, dijo que sobrepeso y obesidad, entre otros, son consecuencia de malos hábitos en la alimentación que repercuten en el adecuado desarrollo físico de niños y adolescentes.
La experta de la División de Inmunología del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del IMSS Jalisco indicó que la buena alimentación en niños y jóvenes es parte de su desarrollo, ya que ayuda a alcanzar el potencial máximo de estatura.
Además de proporcionar proteínas, vitaminas y minerales, las cuales proveen de energía para la resistencia de cualquier tipo de actividad física o mental.
Resaltó que el hábito de la alimentación se forma en la familia, se refuerza en la escuela y sufre cambios no favorables con la influencia de la publicidad que ejercen algunas empresas productoras de alimentos.
Expuso que los niños y jóvenes son el reflejo de los padres, por lo que si en casa se les brinda una alimentación saludable, baja en azúcar y grasa saturada, y alta en frutas y verduras, aprenden a gozar de estas comidas.
La investigadora refirió que la modificación de la conducta alimenticia no es tarea fácil, pero sí posible, siendo las primeras etapas de la vida el mejor momento para el cambio.
Recomendó establecer un horario regular para la comida, con tres o cuatro clases de alimentos nutritivos en porciones pequeñas, "por ejemplo, en el desayuno, se incluya leche, preferente sin grasa, avena, frijol y frutas".
Agregó que para la comida es importante ingerir cinco tipos de frutas y verduras, y entre las más importantes en cuanto a nutrientes se encuentran brócoli, naranjas, arándano, piña, manzana, tomate, melón, mango, plátanos, uvas y aguacate.
Enfatizó que debe evitarse el consumo frecuente de dulces, refrescos, tocino, pasteles, papas fritas, hot dogs, salami y chocolate, entre otros productos que por su sabor y presentación, son muy atractivos para los niños, pero no tienen valor nutricional alguno y sí en cambio, alto contenido calórico y graso.
Destacó que junto a una dieta sana y balanceada, es importante procurar en los niños el hábito de la actividad física periódica.
Detalló que hasta el primer semestre de presente año, se habían evaluado 157 mil 633 niños de cero a cuatro años de edad, "y se encontró que cinco por ciento de ellos resultaron con algún grado de sobrepeso y obesidad".
"En pequeños de cinco a nueve años, por su parte, la evaluación de talla y peso comprendió a 101 mil 767 niños y en seis por ciento se reportó también exceso de peso en mayor o menor grado", dijo.
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Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente