Niños obesos
Publicado el: 22-Enero-2008
Llamadas de alarma están siendo enviadas desde hace un tiempo por el aumento de la obesidad entre los mexicanos. Y es que los erróneos hábitos alimenticios de la mayoría de nuestras familias están en vías de hacer visibles sus graves efectos. Más o menos hasta la mitad del siglo 20, el mexicano fue un pueblo mal alimentado.
De ahí en más, hasta ahora, sigue estando mal alimentado, pero ahora está, además, obeso. Todavía en los años 40’s de este siglo, un bebé o un niño hasta los seis o siete años tenía que estar obeso para estar “sano” y, sobre todo, para ser un “niño hermoso”. Los parámetros están cambiando, pero el mal está hecho en varias generaciones. Quienes crecieron siendo “niños bonitos (por gorditos) son ahora, en su mayoría, jóvenes o adultos con sobrepeso o, peor, con obesidad.
Los científicos se ocupan ahora en ofrecer a los preocupados padres de familia explicaciones acerca del peligro y los inconvenientes de la obesidad infantil. Les explican que pueden desarrollar enfermedades cardiacas en la edad adulta, y a las veces aun en la infancia o en la adolescencia. Si no se hace nada a este respecto, la esperanza de vida de esos niños podría reducirse entre dos y cinco años, sólo por esa causa. Uno de cada tres niños obesos tiene un exceso de grasa en el hígado, lo que podría llevarlo a la hepatitis, la cirrosis o la insuficiencia hepática, opina un especialista.
Datos del Gobierno de Estados Unidos muestran que aproximadamente la tercera parte de los niños y los adolescentes de ese país -unos 25 millones de personas- tiene sobrepeso o está a punto de padecerlo. “La obesidad afecta a todos los órganos de los sistemas de los niños de una manera mucho más grave que en los adultos, porque los niños se encuentran en fase de crecimiento y desarrollo”, afirma L. Ludwig, investigador especializado. Muchos expertos concuerdan en que las consecuencias de la obesidad en la salud infantil pueden ser devastadoras.
Además de que puede aumentar el peligro de diabetes tipo 2. La diabetes puede causar apnea en los niños, de acuerdo con William Dietz, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. La apnea del sueño se manifiesta por una interrupción repetida de la respiración durante el sueño, que puede perturbar su calidad y provoca cansancio diurno. “Si no hacemos algo para remediar la actual epidemia de obesidad infantil, muchos de estos niños tendrán mayor riesgo de morir a causa de enfermedades cardiacas y apoplejías en la mediana edad, afirma el Presidente de la Asociación Estadounidense del Corazón y Director de la Escuela de Medicina de la Universidad de Mississippi en Jackson.
“Buscamos frenar la epidemia antes de que se convierta en nueva epidemia de enfermedades cardiacas”. La Asociación procura garantizar que los niños reciban suficiente educación física y alimentos más nutritivos en las escuelas de Estados Unidos. “Los padres de familia -dijo el director- necesitan ayudar a sus hijos a tomar decisiones sabias con respecto a su salud, para que vivan vidas largas, saludables y productivas”.
El objetivo es correcto. Lo que está mal es la intención, más o menos velada, de dejar la toma de decisiones en manos de los niños. Ya los padres -muchos- son bastante culpables de la situación, pues durante mucho tiempo dejaron que las cosas siguieran su curso a pesar de las primeras llamadas de aviso. El tiempo en que muchísimos niños pasaban las tardes enteras frente al televisor, con un gran surtido de dulces, frituras y refrescos -todo lo necesario para aumentar de peso con gran rapidez-, mientras los padres se dedicaban a sus propios asuntos, está muy cercano todavía, y tengo mis sospechas acerca de que no son pocos los hogares en los que esas cosas no han cambiado.
El daño es demasiado grave, y lo que se hace para corregirlo es casi nada. A estas alturas, con todas las alarmas lanzadas por los médicos, tendría que ser hora de que papá y mamá despertaran a la verdad y empezaran a modificar la vida de sus hijos niños y adolescentes. No se trata de ninguna broma, y quienes así lo creen están perdiendo un tiempo irreemplazable.
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