Boston | Ap
El gobierno federal anunció su sociedad con varias entidades para luchar contra la obesidad infantil.
Funcionarios de los Institutos Nacionales de Salud dijeron el jueves que se asociaban con la Asociación de Museos de Niños, y las ciudades de Boston, Pittsburgh y Las Vegas para implementar el programa We Can! (¡Podemos!), que busca alentar la actividad física entre los niños de 8 y 13 años y mejorar los hábitos de alimentación.
La iniciativa no sólo busca persuadir a los niños para que dejen de comer alimentos que los engordan y abandonen actividades que les ayudan a ganar peso. También apunta a que los padres ayuden a que sus hijos opten por comidas más saludables.
Así, por ejemplo, la familia de José Borrero, de 11 años, ahora utiliza aceite de sésamo o de canola para cocinar, y no aceites vegetales. Las porciones son más pequeñas y beben más agua y menos jugos. La abuela de los niños sabe también ahora que no tiene que enviarles galletas rellenas de crema.
José, en tanto, que solía comer pizzas y hamburguesas en la escuela, participa de un programa de clases de tenis, y su madre y su hermana de 18 años salen a caminar. Todos se sienten mejor, admitió la madre, Ivonne Borrero, una psicóloga escolar de 48 años.
Otros programas anteriores de obesidad infantil implantados por el gobierno nacional no incluían tanta participación de los padres, por eso el mensaje no llegaba bien, dijo Karen Donato, administradora de We Can!.
"Los padres son modelos para los hijos. Les suministran los alimentos a los niños. Son las personas que están a su cargo", dijo Donato.
Cerca de un tercio de los niños estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos. Cuando esos niños obesos se convierten en adultos obesos, les resulta mucho más difícil perder peso, de acuerdo con algunas investigaciones.
El gobierno federal anunció su sociedad con varias entidades para luchar contra la obesidad infantil.
Funcionarios de los Institutos Nacionales de Salud dijeron el jueves que se asociaban con la Asociación de Museos de Niños, y las ciudades de Boston, Pittsburgh y Las Vegas para implementar el programa We Can! (¡Podemos!), que busca alentar la actividad física entre los niños de 8 y 13 años y mejorar los hábitos de alimentación.
La iniciativa no sólo busca persuadir a los niños para que dejen de comer alimentos que los engordan y abandonen actividades que les ayudan a ganar peso. También apunta a que los padres ayuden a que sus hijos opten por comidas más saludables.
Así, por ejemplo, la familia de José Borrero, de 11 años, ahora utiliza aceite de sésamo o de canola para cocinar, y no aceites vegetales. Las porciones son más pequeñas y beben más agua y menos jugos. La abuela de los niños sabe también ahora que no tiene que enviarles galletas rellenas de crema.
José, en tanto, que solía comer pizzas y hamburguesas en la escuela, participa de un programa de clases de tenis, y su madre y su hermana de 18 años salen a caminar. Todos se sienten mejor, admitió la madre, Ivonne Borrero, una psicóloga escolar de 48 años.
Otros programas anteriores de obesidad infantil implantados por el gobierno nacional no incluían tanta participación de los padres, por eso el mensaje no llegaba bien, dijo Karen Donato, administradora de We Can!.
"Los padres son modelos para los hijos. Les suministran los alimentos a los niños. Son las personas que están a su cargo", dijo Donato.
Cerca de un tercio de los niños estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos. Cuando esos niños obesos se convierten en adultos obesos, les resulta mucho más difícil perder peso, de acuerdo con algunas investigaciones.
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldana
Fundador y presidente.
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